POETAS DEL OLIMPO

POETAS DEL OLIMPO

domingo, 4 de mayo de 2014

JUAN GUERRERO






POEMAS COMPARTIDOS





NO


No puedo olvidar todo aquello ocurrido tiempo atrás,
no deseo ocultar toda plegaria denegada en el boulevard,
no quiero predecir lo inmediato en el albor de tinieblas,
no pretendo armar lo desarticulado en el terso universo,
no intento cavar en profundidades inverosímiles como risibles.

No puedo pensar en futuros inciertos sí no estas conmigo,
no deseo una vida plena, no, sí no pude decirte la incógnita,
no quiero sexo sin amor lo cuál es satisfactor tan sólo psíquico,
no pretendo alzarme al viento sí no comparto contigo aquello,
no intento más, no, si tu no sabes lo sentido y transcurrido.

No puedo más cuando mi vente vaga y te proyecta triste,
no deseo fraguar la fortuna cuando se fue de mis uñas,
no quiero tramar el presente puesto el pasado se impone,
no pretendo cambiar los climas sí despierto me da frío,
no intento regresar cuando tu tan alto y lejos estas.

No puedo dejar de lado la torpeza anterior que refleja,
no deseo acostar mi cabeza con tantos pensamientos inanimados,
no quiero despertar dándome cuenta que todo fue un dulce sueño,
no pretendo subir, sí he caído tan bajo al no saber moverme veloz,
no intento descifrar lo no ocurrido; se que ya no existe más.

No puedo contestar lo que no ocurrió contemplando el instante,
no deseo observar el verano que me dijo tanto y lo deseché,
no quiero alucinar eclipses que marcaron mi destino incauto,
no pretendo sonreír más a quien no comparte mi tristeza,
no intento doblar la página porque me irrita el mirar.

No puedo sino sentir pensando y yendo muy despacio,
no deseo predecir, sí no maldecir lo no fraguado,
no quiero almacenar telarañas más densas de lo supuesto,
no pretendo irritar más la natura ni lo social,
no intento sino recostado y fluyendo ideas desde lejos.

No puedo sino augurar gritos que se desvanecen en el trópico,
no deseo sino crear altares a tan semejante estrella fugaz,
no quiero sino planear latitudes graves y oídos más que sordos,
no pretendo mostrar sino lamentar la magnitud del deceso,
no intento sino manejar tan sólo la situación del féretro.

No pretendo cambiar nada, tan solo
intento decirte, que sin ti; me muero.



EJERCICIOS UNOS DEL CUERPO Y ALMA QUE DEAMBULA EN UNA
MAÑANA POR DEMÁS GRIS o, LISTO A PARTIR, SIN NADA QUE
IMPIDA MI SEGUIR

Transitando en grupúsculos de cinco, avanzan
en conjunto circulo vecino.

Expectantes algunos recorren su trayecto
con pensamientos de su anteproyecto.

Ejercicios unos del cuerpo y alma que deambula
en una mañana por demás gris.

Sonidos unos vibran en el bar, trayendo consigo
imágenes mil, que un día yo viví.

Caminar de transeúntes y almas cansinas
en banquetes y calles de armonía.

Jóvenes cargando morrales al hombro
y bellos ideales del devenir.

Los niños casi siempre sonrisa, los adultos,
clara excepción de dicha regla por seguir.

Pequeños muros fríos con ocres y verdes pastos
de un cielo nebuloso, hermosamente gris.

La lluvia se asoma, y con ella, aparecen memorias
de un tiempo que siempre os mostró.

Autos convertidos avanzan y carcasas detenidas
en múltiples banquetas y avenidas.

Colores en grandes papeles marcan la zona
y ruta a proseguir.

El poeta pronto a reconocer y recabar todo
lo acontecido y acaecido de vecinos.

Grupos se amotinan bajo el manto gris de la esfera,
entre sementeras y demás dilemas.

Todos llevan a cabo su tránsito citadino, uno sólo
recaba su estado y ánimo vespertino.

Contigo puedo describir,
sin ti; debo descubrir.

Sabedor del tiempo que se avecina, sólo un ciego
pudiera acaso no saberlo.

El viento inexistente y no transparente suele
mostrar lo que es oculto incluso a sordos.

Allá nos vemos, más temprano que tarde estaremos
justo ahí, de donde todos venimos y partimos.

Aquí os espero, siempre listo a partir,
sin nada que impida mi seguir.







IMAGINARES MULTICOLOR ATOSIGAN
LAS HORAS Y MINUTOS DE MI RELOJ

Transitares del deambular citadino por mil y un caminos.
Pensares longevos del sendero tres que os deposite lejos.

Accionares muy sanguíneos, hiperrealistas, del medio día.
Despertares celestes, con su cuerpo meciendo mis sueños.

Columpiares escénicos de un cerebro receptivo y sustantivo.
Juglares brincotean amotinados en sitios del gran peregrinar.

Cantares plásticos fluyen y filtran en corazas y demás oídos.
Imaginares multicolor atosigan las horas y minutos de mi reloj.

Manjares de una alcoba rectangular, singular y espectacular.
Lugares estelares tanto en la atmósfera como en la estratosfera.

Centenares de temas, kilómetros recorridos y algunas "chelas".
Amarres corpóreos, caricias muy maliciosas y deseos lujuriosos.

Boulevares que transité tanto de "day" como de "late".
Almacenares de ilusiones, pasiones y fuego en corredores.

Pintares de amores terrestres, como del todo celestes.
¿Cavilares? ¡No màs! En ningún sitio, pasillo ni lagar.



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